lunes, 2 de noviembre de 2015

Este bolsillo roto


¿Sabes esa sensación de vacío, esa sensación de vacío enorme, de que nada va como debiera, de que todo sale mal, de que cada vez que va a pasar algo "bueno" se te escurre de las manos?
(Vacío: Falta, carencia o ausencia de una cosa o persona que se echa de menos.) 
Sé cómo y cuándo se desencadenó, sé que fue una chorrada sin importancia, pero caí en la trampa y, a partir de ese momento, las cosas que me han ido ocurriendo parece que me quisieran hacer ver que sí, que últimamente todo va mal, que el mundo se ha confabulado en mi contra.
Por supuesto que no es la primera vez que lo siento, por supuesto que no va a ser la última, esto lo he sentido mil veces y aún recuerdo cuando pensaba que se podía llenar, que tenía que huir de esta sensación con otras sensaciones supuestamente placenteras pero igual de falsas. 
Sin embargo esta sensación es un bolsillo roto, ya puedo quererlo llenar que seguirá vacío.
Ahora, con más de 40 años a mis espaldas, sé que no hay nada que hacer, más que sentir esto que estoy sintiendo y esperar a que, como el humo del tabaco, se difumine para acabar desapareciendo. Sé que, precisamente, lo que no debo hacer es buscarle solución, pretender entender qué es lo que me falta, qué ha provocado todo esto, puesto que eso es lo que le otorga realidad y es absurdo tratar de solucionar un problema que no existe. De hecho, cuando me he enredado en la historia, me he sentido incapaz de averiguar qué es lo que siento que va mal, qué es lo que quiero, como cuando abro la nevera sabiendo que me apetece comer algo pero no sé el qué y nada de lo que hay dentro me satisface.
Así que, de momento, esta sensación me acompaña, sin resistencias, aceptando que, de momento, es lo que hay y que es absurdo que me resista a lo que siento. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario